Estaciones de tren, que bien merecen el titulo de Museo

             Si el otro día os mostraba un tres decorado como un palacio, hoy os enseño algunas de las estaciones de tren más artísticas que hay en el mundo. 

ARTS ET MÉTIERS, PARÍS. París es una de esas ciudades Europeas con mucho arte, es difícil elegir una estación de metro entre tantas paradas pero Abesse, Saint-Michel y Bastille con algunas de ellas que junto a esta que os muestro, Arts et Métiers son una atracción turística más que fue re-diseñada en 1994 en honor al Conservatorio de Artes y Oficios, y su interior simula a un submarino.

KIEVSKAYA, MOSCÚ. Es conocido como el "Palacio Subterráneo". Pasear por el recorrido que podría comparar con visitar una galería de arte. En él verás mosaicos y decoración barroca. 

T-CENTRALEN, ESTOCOLMO. Más de 90 estaciones de esta cuidad sueca tienen obras de arte creadas por más de 150 artistas. Un museo bajo tierra. 

KIROVSKY ZAVOD, SAN PETERBURGO. Otra ciudad Rusa con originales estaciones de metro que le hacen a uno seguir soñando. 

CENTRAL PARK, KAOHSIUNG, TAIWAN. Si pensabas que las paradas de metro más artísticas sólo se encontraban en Europa estáis equivocados. Esta para de Kaohsiung esta abierta desde hace 4 añitos y nos ofrece una imagen inusual de un paisaje floreado mientras subimos y bajamos por las escaleras mecánicas. 

ZOLOTI VOROTA, KIEV. Volvemos a Europa para irnos esta vez a Ucrania. Con una decoración en la que no faltan los mosaicos, sus largos pasillo, sus lamparas de araña la hacen espectacular. 

SAUTHERM CROSS, MELBOURNE. En Australia también cuentan con una parada de metro,... espectacular. Fue diseñada por los arquitectos Grimshaw. 

OLAIAS, LISBOA. De Oceanía, volvemos a Europa, pero esta vez, al sur de Europa. Color, esto es color y lo demás son tonterías. 

BAYVIEW, TORONTO. De Europa a America del Norte. En Canada tenemos esta estación que nos recuerda al arte callejero de Bansky. 24 dibujos hechos a mano son los que dan color a esta singular estación de tren.

FEDERAL TRIANGLE, WASHINGTON. Una inmensa estación que le deja a uno,...con la boca abierta.