Sin duda, el lugar idóneo para los amantes de la velocidad al cual muchos de sus visitantes califican como “el cielo del automóvil”.
El hotel impresiona por su encanto histórico y su original diseño Bauhaus que dan a cada una de sus habitaciones su propio toque personal sin alejarse de una temática especializada en el mundo del motor.
¿Quién dijo que no ibas a poder dormir en un auténtico Cadillac o en un garaje de Morris Minor? Las reproducciones más espectaculares de los automóviles más clásicos y especiales se encuentran en este original espacio sobre las cuatro ruedas difícil de olvidar.




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